Imagínate que pudieses elaborar un manual de cómo quieres ser y cómo quieres que sea tu relación con los demás. ¿Qué pedirías? Cuando nos enfadamos o sentimos cualquier emoción con la que se nos hace difícil actuar racionalmente, sacamos todos nuestros sentimientos hacia fuera: perdemos los papeles, tomamos malas decisiones o decimos cosas de las que luego nos arrepentimos. Pero a veces hay que parar y preguntarse: ¿cómo actuaría la persona que quiero ser? Intentar que tus conductas vayan acorde a tus valores es una forma de amor propio. Pero para conseguirlo es imprescindible conocerse, saber quién quieres ser y actuar de forma consciente. Al fin y al cabo, la persona que mejor te tiene que caer en este mundo eres tú.